sábado, 10 de enero de 2009

De la vocación y el trabajo


“Profe, yo voy a estudiar algo que me deje plata”, dijo Manu a viva voz en tercero de Polimodal, cuando los interrogué acerca de su futuro inmediato. En ese momento comenzó inevitablemente el debate. ¿Estudio lo que me gusta o estudio una carrera con la que gane dinero? Contrariamente a lo que muchos adultos opinan de los adolescentes, son seres inteligentes y muy sensibles. Veinte años de docencia no me dejan mentir.
Entonces, los calmo y les explico que van a pasar muchas horas de sus vidas en el lugar de trabajo. Que van a compartir más tiempo con sus compañeros de oficina que con los compañeros que elijan para la vida. Que es muy, pero muy importante que les guste lo que van a elegir porque se transformará, quieran o no, en el centro de sus días.
Pero los alumnos viven en esta realidad argentina y saben cuanto les cuesta a mamá y a papá comprarles lo que necesitan para estudiar y ahorrar para unos días de vacaciones. Es muy difícil que entiendan esto de la vocación. Saben que si quieren algo, necesitan dinero. Algunas carreras prometen un gran ingreso mensual y los tienta.
Me concentro en sensibilizarlos, en hacerles ver que lo mejor es que vivan con alegría. Trato de que busquen en su interior todo aquello que les cuente qué es lo más les gusta.
Les doy ejemplos de personas que eligieron pensando en la billetera y no en ellos mismos. Los hago reflexionar y reflexiono: ¿haré bien en hacerlos pensar tanto?

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